Gestión del teletrabajo para mandos medios y altos, 5 claves para su éxito

Si bien parte de la población ha tenido que adaptarse a las circunstancias de teletrabajar,los puestos más elevados de las empresas, también se enfrentan al reto de dirigir las tareas de aquellos trabajadores y trabajadoras de la empresa que dirigen. Os proponemos una claves para gestionarlo de forma óptima.

El Real Decreto publicado por el Gobierno es que las empresas, antes de aplicar un ERTE deberán aplicar otras medidas como el teletrabajo.

Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), a raíz de la pandemia del COVID-19, se está pidiendo a muchas más personas que trabajen a distancia, lo que plantea una serie de retos.

Algunos de estos retos son aplicables a todos los casos y será importante para implantar eficazmente el teletrabajo.

En primer lugar, el apoyo a nivel directivo, desde la alta dirección hasta los supervisores directos. Esto es primordial para lograr un teletrabajo eficaz.

Segundo, disponer de herramientas y de una formación adecuadas. Es fundamental para mantener la comunicación con los compañeros de la organización: las aplicaciones, el apoyo técnico y la formación adecuada revisten suma importancia, tanto para los trabajadores, como con los directivos.

Tercero, es necesario fijar claramente los objetivos en lo concerniente a los resultados que deben alcanzarse, y las condiciones necesarias para ello y el horario durante el cual los trabajadores estarán disponibles. Todo ello debe definirse debidamente desde el principio.

En cuarto lugar, es importante respetar la soberanía del tiempo. El horario y el lugar de trabajo debe ser el que mejor se adapte a los trabajadores para que su productividad sea la mayor posible.

En quinto lugar, todo el mundo debe formular su propia estrategia personal en materia de gestión de tiempo. Esto incluye mecanismos para delimitar el tiempo de trabajo remunerado del tiempo personal. Por ejemplo, mediante el uso de espacios de trabajo, en particular si hay más de una persona en el hogar en el que se ha previsto trabajar a distancia. Por otro lado, hay que poder “desconectar” de la actividad laboral. Hay que ser capaz de interrumpir dicha actividad para dedicar tiempo al descanso y al ocio.

Por último, la confianza. Esta constituye el elemento cohesionador de todo. Es necesario que exista confianza entre las personas que realizan trabajo a distancia y las que desempeñan funciones directivas, así como entre todos los compañeros, con objeto de lograr una estrategia de trabajo a distancia eficaz.

Fuente:Organización Internacional del Trabajo